Llovieron casi 220 milímetros en 24 horas y Pergamino
se inundó.
Nos dejó un saldo de 13800 vecinos con el agua dentro
de sus hogares y millonarias pérdidas materiales. 240 manzanas se vieron
afectadas.
Esa es la crónica de una realidad cruda y dura.
Como ocurre en estos casos, las reacciones del Estado
son rápidas. Pero espasmódicas. Reactivas, nunca proactivas.
El Estado Municipal realizó una muy mala gestión de la
crisis en todas sus etapas lo que generó el malestar generalizado en las zonas
afectadas.
Defensa Civil pertenece al Estado Municipal. Fue la
dependencia que más críticas recibió por parte de los vecinos. Quedó
evidenciada su falta de profesionalidad en la operatividad y en el manejo de
los recursos.
No realizó la prevención correspondiente ni la alerta
temprana, desestimando un alerta del Servicio Meteorológico Nacional y el aviso
a la población del fenómeno climático que se preveía.
No tenía almacenado elementos básicos tal como agua o
cloro e hizo un pedido por las redes sociales de dichos materiales lo que hacía
presuponer de lo que nos esperaba.
No dio satisfactorio auxilio y la asistencia durante
la tormenta.
Tampoco estuvo el apoyo, la asistencia y el acompañamiento
posterior al diluvio.
La última gota que rebasó el vaso de la paciencia vecinal
fue la entrega de los Certificados de Inundado. El maltrato producido a los
vecinos parece no importarle a nadie. Se comunicó mal produciendo un efecto
“puerta doce” donde todos los vecinos fueron el mismo día y se llegó a colas de
7 cuadras. Dicho certificado lo podría haber generado el propio municipio a
través de sus Sistemas Informáticos.
Respuesta Reactiva
La sociedad respondió rápido a través de una gran
convocatoria de la COSOPER donde se reunieron más de 1500 vecinos y elevaron un
petitorio a las autoridades municipales.
Las autoridades de Pergamino también se movieron
rápido, quizás por tener “el agua al cuello” por la no satisfactoria gestión de
la crisis y por la movilización de los vecinos.
Fue una respuesta reactiva y no una respuesta
proactiva dentro de una coordinación y menos aun una respuesta planificada.
La muy buena relación que el Intendente Martínez tiene
con la Gobernadora Vidal y el Presidente Macri ha maquillado la tarea de la
dirigencia local. Rápidamente se vieron fotos en medios locales con Ministro
del Interior Frigerio y otras con funcionarios responsables de la parte hídrica
de la provincia hablando de proyectos de antaño.
Lo grave de la conducta de nuestra
dirigencia es que siempre corre detrás de la pelota. Nunca puede anticipar
ningún evento.
Pergamino no sufrió un terremoto, que
hubiese sido una situación inédita en nuestra historia. Sufrimos por “enésima”
vez una INUNDACION, situación conocida y experimentada.
Lo que viene
El Municipio deberá empezar a trabajar en dos planos
de manera simultánea.
Uno de ellos será el plano operativo. Se
deberá profesionalizar Defensa Civil. Personal idóneo incorporado por concurso
de antecedentes. Donde realicen tareas de prevención/alerta temprana, auxilio y
asistencia a los afectados. Trabajar conjuntamente con Bomberos y demás fuerzas
de la ciudad.
El otro plano es el estructural. Obras de
infraestructura estratégicas que aporten la verdadera solución al tema. Las
obras de cosmética electoral no aportan soluciones y ahora ni tampoco votos.
Tal como le dijo un vecino inundado a la Gobernadora
Vidal en su fugaz visita a un centro de evacuados, “menos fotitos y más
obras..”.
Nota publicada por Primera Plana www.primeraplana.com.ar
Lic. Pedro Rossi
Conductor programa SinRodeos en Radio UNO 96.7
Docente de la Facultad de Cs. Económicas
de la UCA y
UNNOBA, ISFDyT Nro 5
Consultor en Desarrollo de Organizaciones
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