sábado, 23 de enero de 2010

El Terraplén, lugar de reunión de los pergaminenses

Todas las ciudades tienen su lugar de reunión para realizar actividades relacionadas con el aire libre. Pergamino posee un arroyo que divide a la ciudad y sobre sus orillas se ha construido un terraplén para prevenir las inundaciones que de tanto en tanto amenazan.

El Terraplén, es el lugar donde se dan cita los pergaminenses para realizar sus actividades aeróbicas y deportivas, caminatas terapéuticas o simplemente paseos.
En esta época del año tengo la costumbre de salir a trotar por el mismo y es verdaderamente un disfrute.
En esas vueltas he podido observar algunas cosas:
Muchísima gente se da cita en el terraplén, de todas las edades y sexo.
Se puede ver a vecinos caminando, trotando. Chicas y chicos en rollers.
Van solos, en pareja, en grupos de amigas/os o en familia ya que se puede ver a los chiquitos en sus carritos. También con perros (con correas pero también algunos sueltos).
También vecinos en los bancos, charlando, tomando unos mates o escuchando radio.
Según la hora del día hay gente pescando.



Pero también se puede ver lo siguiente, donde quizás prestemos más atención si algo llega a ocurrir:
Para mi gusto hay pastos y/o yuyos altos en algunas zonas del terraplén. En el tramo que va de Colón a Rocha, la zona más concurrida, el estado es bueno, pero de Colón a Barrancas del Paraná, una de las zonas marginales del terraplén, se ve el deterioro y la falta de mantenimiento.
En esa zona parece que el tránsito de motos y bicicletas (tienen prohibida la circulación sobre todo el terraplén) parece liberado. Se pueden ver motos a alta velocidad.
A diferencia de otros años no he visto inspectores municipales o policías que realicen una vigía preventiva. ¿Será porque no se necesitan?
Lindero al terraplén se encuentra el Parque Municipal que posee un anillo donde los ciclistas utilizan para su entrenamiento. Se forman pelotones que circulan a alta velocidad. A estos se los debe controlar. Sino van a producir nuevamente alguna lesión a vecinos que van a caminar o que simplemente cruzan por el parque.



lunes, 18 de enero de 2010

El Estado Colapsado

Los argentinos en general y los pergaminenses en particular nos hemos sentido consternados y dolidos por los hechos que son de público conocimiento en los sucesos de la tragedia de la familiar Pomar.


El hecho que a una familia le toque pasar por un terrible accidente donde 4 integrantes familiares fallezcan en el mismo, ya es algo que no se puede comparar ni se puede imaginar el dolor que eso produce.

Si a ese hecho le sumamos una espera de 24 días para saber que les pasó, es todavía mucho más doloroso.

Una familia destrozada por la tragedia inútil y evitable.

Pero esa posibilidad de evitar lo sucedido está como casi siempre vinculada con el Estado.

El Estado es el encargado de ejercer de manera directa o a través de las empresas concesionadas el control y cuidado de las mismas.

Mantenimientos básicos, mínimos, que disminuyan la posibilidad de accidentes. Banquinas desmalezadas, cinta asfáltica demarcada, señalética moderna.

Eso en nuestro país y en la provincia de Buenos Aires parece mucho pedir.

Existe en la ciudadanía una “sensación” de estar integrando e interactuando en un sistema donde casi nada funciona, donde todo lo que se toca está contaminado por la ineficiencia y la desidia.

Una ineficiencia crónica, enquistada en una administración que no cumple con uno de los principios básicos en el funcionamiento de cualquier sistema que es el balance entre premios y castigos. Ya lo expresaba Discépolo en los años 20, la Biblia junto al calefón; lo mismo da ser un burro o un gran profesor.

Parece que existen dos mundos administrativos paralelos en nuestro país.

Por un lado el mundo donde los ciudadanos tenemos que agudizar la imaginación para que en nuestros emprendimientos, independientemente del tamaño de los mismos, sean exitosos, eficientes, competitivos. Desarrollando productos. Investigando mercados. Cuidando a los clientes. El premio es el éxito comercial. El castigo, la salida del mercado.

El otro mundo es el de la burocracia estatal. Una máquina casi perfecta de impedir en la Argentina. La administración pública en todos sus niveles (nacional, provincial y municipal) y en todos sus aspectos (justicia, policía, educación, políticos, etc.).

Dicha administración está integrada por burócratas. Estos tienen la rara habilidad de realizar la ilusión de querer cambiar las cosas que no funcionan y sin embargo dejan todo como está planteado siendo ellos mismos los primeros beneficiarios.



EL EJEMPLOS MAS CRUEL

El caso Pomar nos hizo recordar la terrible ineficiencia de la Policía bonaerense. El caso es para el libro de los records.

No encontrar un auto accidentado a 10 metros de la cinta asfáltica en plena pampa llana argentina durante 24 días, no es poca cosa. Va a resultar muy difícil de empardar este triste record.

Rastrillajes mal realizados o nunca hechos. Búsquedas en lugares poco probables (ríos y arroyos) y no en caminos factibles desde el último punto donde fueron vistos por última vez.

Información suministrada a los medios desde la Fiscalía y la Policía estableciendo las hipótesis más disparatadas y falaces, poniendo en tela de juicio la integridad moral de esta familia y sus integrantes. Descartando como hipótesis lo que verdaderamente ocurrió.

Falta de recursos en la fuerza. Inexistencia de profesionalidad en la superioridad. Bajísima capacitación de sus recursos humanos.

La creencia popular impulsa una idea muy clara respecto a eso.

Es un secreto a voces que la policía debe recurrir a un financiamiento extraordinario por fuera de los circuitos legales. No es nuevo, ni tampoco será eliminado en una sociedad cuya especialidad es mirar para otro lado mientras que el problema no lo afecte de manera directa.

Ojala que la tragedia de la familia Pomar no haya sido solamente el insumo para el show mediático montado por los medios nacionales.

De lo que si estoy seguro es que la tragedia de la familia Pomar dejo en descubierto a una Argentina con un Estado colapsado.

Que esto sirva para algo.


jueves, 14 de enero de 2010

Sin Instituciones no hay Futuro

Analizando los acontecimientos que suceden en los países vecinos, me da una sensación de envidia. Alguien pensará, envidia sana. No lo se todavía.


En la actual Latinoamérica existen dos tipos de tendencias políticas ideológicas.

Las dos, basadas y sostenidas en lo que sería una especie de izquierdas.

Uno de los grupos, sería de una tendencia moderna. Orientada a lo productivo. Donde el estado está presente pero no con una ingerencia directa en la actividad económica. Este grupo está compuesto por Brasil, Chile, Uruguay.

El otro grupo, con tendencia populista. Está formado por Venezuela, Ecuador, Bolivia. Con un fuerte intervencionismo del estado en todos los aspectos de la vida económica.

El resto de los países latinoamericanos se encolumnan con más o menos matices en alguno de estos grupos.

Colombia, es el más dispar, ya que actualmente se puede clasificar como poseedor de un gobierno orientado a “la derecha” de los demás. Su compromiso militar con los EE.UU. es un buen indicador.



La Argentina se encuadra dentro del último grupo. En el grupo de la orientación populistas, donde se empieza a percibir un aumento del intervencionismo del gobierno en distintas actividades económicas (AFJP, transmisiones de futbol, ley de medios, etc).



Además de las tendencias económicas, dentro de cada una de esas tendencias políticas económicas, está el respeto por el funcionamiento de las instituciones.

Una señal de respeto a las mismas es la sucesión presidencial.

ALGUNOS EJEMPLOS

Tanto Brasil, Chile como Uruguay tuvieron recambio presidencial sin recurrir a métodos poco ortodoxos.

En Brasil, el presidente Lula da Silva tiene un altísimo porcentaje de imagen positiva. Cerca del 70% de los brasileros lo aprueban. A el no se le pasó por la cabeza reformar la constitución de su país para poder seguir siendo presidente, siendo el más exitoso en lo político y en lo económico del Brasil.

Se va. Deja paso a otro dirigente.

En Chile, Lagos se fue del gobierno con los máximos índices de popularidad. El recambio dejó paso a Michelle Bachelet quien probablemente haga lo mismo el próximo año.

En Uruguay se produjo el siguiente episodio. Por un lado y siguiendo con este razonamiento, Tabaré Vazquez no buscó la reelección a pesar de tener un alto índice de popularidad, hizo un paso al costado y luego de pasar por internas partidarias llegó a la presidencia de Uruguay el ex montonero y campechano José Mujica.

Pero este país además y a diferencia de nosotros, la Argentina, respetó el calendario electoral. No adelantó ninguna elección en medio de la crisis internacional. La tenían programada para Octubre y así ocurrió.



NUESTRO CASO

Todos los que tuvieron acceso al poder en la sociedad argentina en los tiempos contemporáneos modificaron o intentaron modificar la constitución para asegurarse la continuidad en el poder.

Perón modificó la constitución para poder presentarse en las elecciones del año 52. Es reelegido presidente.

Alfonsín intentó modificar la constitución en tiempos de alta popularidad. Se habló de un tercer movimiento histórico, que luego desbarrancó y terminó en la hiperinflación y entrega anticipada del gobierno.

Menem modificó la constitución para poder presentarse a las elecciones del año 1995. Gana las mismas e intenta hasta último momento conseguir una interpretación a la constitución modificada que le permita presentarse a una re-reelección en el año 1999.

El caso Kichner es todavía más particular y porque no más paradigmático ya que no intenta modificar la constitución sino que instala una forma particular de sucesión presidencial a través de lazos sanguíneos. Néstor Kichner eligió prácticamente “a dedo” a su sucesor presidencial. Eligió a su esposa, Cristina Fernandez. Sin internas partidarias. Es un caso único en el mundo democrático, donde intervienen partidos políticos y que en teoría eligen a sus candidatos.

Es tan paradigmático este caso que Cristina Fernandez ha sido la única candidata presidencial en el mundo democrático contemporáneo que en la campaña presidencial no dio ninguna nota periodística ni conferencia de prensa a los medios de comunicación.



En los países vecinos todo es mucho más normal que acá. Las instituciones funcionan. Simplemente porque se respetan las leyes. Por estos motivos, mi envidia por los vecinos.