Gutiérrez
y el 4to período
El
lunes 12 de diciembre de 2012, Héctor Gutiérrez asumió su cuarto mandato
consecutivo como Intendente de Pergamino. Hecho inédito para nuestra ciudad, ya
que supera a su antecesor que había realizado tres períodos consecutivos. Para
otra nota queda el análisis del porque nuestra ciudad no ha podido generar líderes
alternativos (desde 1987 al 2015 solo dos personas al frente del municipio).
Gutiérrez
gana su cuarto mandato con el 52% de los votos pergaminenses. No es poca cosa, máxime
teniendo en cuenta que su caudal electoral venía descendiendo respecto del año
99 (en 1999 32.000 votos, en 2003 18.000 votos y en 2007 19.000 votos). Esto lo
convierte, por lejos, en el político local que mejor juega el juego de las
elecciones.
Es
importante estar atentos a su proyección fuera de las fronteras de la ciudad.
Con el porcentaje obtenido en las elecciones de octubre, se va a poder sentar a
negociar con cualquier frente político. Es sabida la ductilidad ideológica y su
comportamiento pendular en función de la situación política del momento. Es por
eso que en los próximos tiempos, Gutiérrez podrá estar en la lista de la UCR,
el PRO, el socialismo de Binner o un frente peronista con Scioli. Por las
dudas, días antes de asumir, se autoproclamó candidato a gobernador 2015.
Obviamente no dijo por cual frente político se presentará.
Tampoco
sabemos todavía como encarará las relaciones dentro de nuestra frontera. Si el
se posiciona como un político que pretende transcender lo local (un estadista) tendría
que focalizarse de manera efectiva a solucionar los temas que hacen a la
calidad de vida de los vecinos y no promocionar obras públicas solamente para
épocas electorales. Hay muchísimas necesidades básicas sin resolver que no
pueden ser atendidas solo el mes previo a las elecciones. Además tendría que
modificar su relación con la prensa que no es militante (como se dice por estos
tiempos) y empezar a zanjar sus resentimientos sobre quienes en algún momento
le han criticado su gestión.
De
él depende de pasar a la historia como un político tradicional rompe records o se
posiciona como un político que transciende a las cuestiones locales. En su
comportamiento está la clave.