Una de las cosas de las que se sorprenden los que nos visitan de otros lugares, es la vida nocturna que tiene nuestra ciudad. La arteria principal es la Avenida de Mayo (ex Roca). Sobre la misma y sus adyacencias se concentran un sinnúmero de pizzerías, bares y heladerías que se complementan con el Shopping y el Bingo (nuestra nociva aspiradora económica). Este entramado produce, tanto para los vecinos como para los visitantes, que nuestra ciudad sea un lugar atractivo para la nocturnidad.
Pero si uno se sienta a tomar o a comer algo en los lugares ubicados sobre la avenida y lo hace en las mesas ubicadas en la vereda podrá apreciar lo siguiente:
- Perros callejeros: Los perros callejeros son habitantes estables en los lugares gastronómicos de la avenida. Su número depende de la rigurosidad del control municipal.
- Escapes libres: Las motitos con los escapes libres emiten un sonido casi insoportable. La conversación se torna muy dificultosa. En este caso parece que los controles no existen.
- Pista: por momentos las motos toman a la avenida como una pista de carreras donde realizan la mayor aceleración.
- Controles vehiculares: Los días domingos parecen el día elegido para realizar estos controles vehiculares. Fuerzas combinadas de inspectores municipales, policía bonaerense y gendarmería realizan el operativo en el atardecer del fin de semana que es cuando se produce la mayor concentración de vehículos tanto de vecinos como también de visitantes de las localidades vecinas. Las familias, las parejitas y los amigos dan “la vuelta del perro”. Si hay algo seguro es que en esa zona y en ese día tendremos muy bajas posibilidades de encontrar “alguien peligroso”.
Se imaginarán el humor de todos aquellos que están de paseo. Cada uno de ellos piensa que existen lugares mucho más necesarios y de mayor peligrosidad para controlar en Pergamino.
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