sábado, 21 de junio de 2008

Hacer lo necesario para detener la marcha

El conflicto entre el gobierno y el sector agropecuario lleva ya tres meses. Tres meses en la historia de un país podría ser un lapso demasiado escaso para poder explicar alguna situación. Pero si a los tres meses lo contextualizamos en lo que va del período presidencial de Cristina Fernandez surge la preocupación ya que ese lapso representa el 50 % del tiempo en el que debió gobernar. Es mucho para un conflicto que seguramente será recordado como la crisis autogenerada por las autoridades en un contexto absolutamente benigno, es decir innecesario. Pero en el sistema económico como en todos los sistemas nada es gratuito. En algún punto de la cadena productiva del país alguien pagará los costos. La primera lectura apuntará que ese costo será aportado por el sector agropecuario justamente por el aumento de las retenciones. En realidad lo pagaremos todos, ya que nuestra bendita clase dirigente ha sido capaz de frenar el ritmo económico en su conjunto. La Locomotora El ritmo de nuestra economía la podemos asemejar con un tren. Durante la crisis dicha formación estuvo detenida y por que no en reversa, pero el tren comenzó a moverse hasta alcanzar un ritmo nada despreciable de un crecimiento del 8 % anual de manera consecutiva, convirtiéndonos en el país de mayor crecimiento en la zona. Por motivo que en el futuro veremos con mayor claridad, las autoridades legítimamente elegidas hace 6 meses tomó la decisión de colocar obstáculos en el camino del crecimiento con el argumento inicial de frenar la sojización y posteriormente incorporó el argumento de la redistribución de la riqueza. Esos obstáculos son las retenciones a la soja. A raíz de esa medida comenzaron a realizar una serie de explicaciones algunas lógicas y otras descabelladas. Lo concreto es que se consiguió disminuir el ritmo del aparato productivo con las consecuencias por demás previsibles. En los pueblos del interior la actividad económica disminuyo a un ritmo muy peligroso. El funcionamiento de las variables En sistemas hay un concepto generalmente aceptado y es que cuando todo está funcionando correctamente se trata de realizar los cambios mínimos en las variables de modo tal de no modificar el comportamiento de las mismas. Si nos guiamos por el comportamiento de las variables económicas de nuestro país las mismas funcionaban por demás de bien. Según los indicadores oficiales prácticamente no había inflación, la desocupación había entrado en niveles estructurales, el trabajo en negro en franca disminución, la pobreza había disminuido a valores históricos, la indigencia a punto de desaparecer del país, el banco central con reservas millonarias, casi un país de maravilla. De lo expresado me surgen dos preguntas, o los indicadores oficiales mencionados eran mentira y es por eso que el gobierno central tomó la medida económica de las retenciones para recuperar caja o en caso de ser ciertos esos indicadores los gobernantes han querido frenar el ritmo económico de manera abrupta e inexplicable. Troncos sobre las vías El aumento de las retenciones son los troncos sobre las vías. En la práctica ferroviaria si ponemos troncos sobre las vías la opción más benigna es que la locomotora disminuya la velocidad y por consecuencia toda la formación reduzca la velocidad. La locomotora es el sector agropecuario con su aparato sojero a la cabeza. El resto de la formación son todos los demás sectores económicos que componen nuestro aparato económico, productivo y social. Está disminución de la velocidad de nuestra formación la pagará el conjunto de la sociedad. La pregunta que queda pendiente es como haremos para recuperar el ritmo que habíamos logrado y en que tiempo. La redistribución de la riqueza es algo esencial, pero lo más esencial es hacerla en serio y de manera efectiva. Sino lo único que estamos haciendo son discursos vacíos de contenido mientras que los ciudadanos siguen sin resolver sus problemas básicos que atentan contra la calidad de vida.

No hay comentarios.: