La semana pasada me acerque a la localidad de La Violeta. Esta pertenece administrativamente al partido de Pergamino pero en verdad los vecinos se sienten como parias, abandonados, olvidados.
Llegar hasta esa localidad desde la ciudad cabecera del partido es engorroso. Existen dos alternativas. Una de ellas es ir por la localidad de Arrecifes teniendo que recorrer aproximadamente unos 75 kilómetros.
La otra alternativa es llegar hasta Guerrico y desde ahí tomar el camino que une dicha localidad y La Violeta. Siguiendo este recorrido tenemos 60 kilómetros. Pero la distancia ahorrada en este camino se ve eliminada por el deterioro del sendero Guerrico - La Violeta. Se nota que en algún momento existió un camino pavimentado. Hoy solamente quedan los restos, lo que hace más complicado el trayecto ya que los automovilistas han creado de manera involuntaria sendas alternativas por la banquina, estando en mejor estado que los restos del camino pavimentado.
Una vez en La Violeta, la imagen no cambia. Se nota que la mano del estado municipal no llega desde hace tiempo o si llega lo hace fuera del tiempo en que los ciudadanos la requieren. Sus principales arterias están absolutamente deterioradas.
Algo para destacar es el estado de ánimo de los vecinos que viven en la localidad. Están fastidiados. Sienten que no pertenecen a Pergamino. Me hacen notar que su zona rural aporta mucho y que ellos reciben como contrapartida municipal, muy poco.
No piden obras faraónicas sino sencillas inversiones que les aumente su calidad de vida. ¿es mucho pedir para una localidad rural que pertenece a una de las ciudades más ricas del país?
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